Susana tuvo un nivel continuo de ansiedad y eligió hacer
EFT frecuentemente durante el día. Lo hizo durante varios meses, y, mientras bajaba su nivel de ansiedad, ella dejó de morder sus uñas (un hábito de toda la vida) sin siquiera hacer el intento. Un día sacó su guitarra, y se dio cuenta que sus uñas eran demasiado largas para tocarla.
EFT a veces funciona en forma sutil, y suceden efectos positivos secundarios fuera de tu conciencia, como en esta historia. Cuando tu vida regresa a la normalidad en algún área (como ansiedad), parece, pues…normal. No hay campanas ni fanfarrias, solamente una paz relativa. A menudo ni siquiera te das cuenta hasta que alguien lo trae a tu atención.
Esto es lo que pasó con Susana y sus uñas.
EFT redujo su ansiedad de manera sutil y poderosamente, al punto en el que morderse las uñas ya no fue necesario.
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